La opción menos ecológica y económica puede ser comprar un producto específico para el desengrasado de hornos y seguir las instrucciones del fabricante, pero nosotros te aconsejamos usar productos que puedes tener perfectamente en casa con coste reducido y además, respetuosos con el medio ambiente. 

Vamos a preparar un antigrasa natural para hornos con cualquiera de estos tres productos: limón, vinagre (de cualquier tipo) o bicarbonato de sodio. 

¿Qué necesitas para hacer un limpiador antigrasas?

Limón

El jugo de limón tiene propiedades antisépticas y antibacterianas que son justo lo que necesitas, también es un potente antigrasa. Además, obtendrás un agradable olor a cítrico que aumentará la sensación de limpieza profunda. Preparación: Corta dos limones medianos por la mitad y exprime el zumo con ayuda de un exprimidor o si lo prefieres, a mano. Ponlo en un recipiente apto para calentar en el horno, de cristal templado por ejemplo.

Vinagre

El vinagre de manzana o el vinagre de vino es perfecto también para disolver grasa y eliminar bacterias así como anular malos olores. Preparación: Coloca en un pulverizador vacío y limpio una buena cantidad de vinagre y añade una cucharada de bicarbonato si quieres que el producto sea aún más efectivo. Mezcla agitando con energía  y listo para pulverizar el interior del horno. Ojo, esto dará lugar a una reacción y se creará mucha espuma así que ten cuidado con las cantidades.

Bicarbonato de sodio

Para paredes de horno realmente sucias y cubiertas de una capa de grasa; nada mejor que la pasta de bicarbonato de sodio, este producto es desodorizante, higienizante… maravilloso para la limpieza de forma natural y segura. Preparación: Llena con bicarbonato media taza de café y añade una cucharadita de agua, mezcla hasta que consigas una especie de pasta densa y aplica en todo el interior del horno. 

bicarbonato vinagre limon

¿Cómo aplicar el antigrasas casero?

1. Aplicación del producto

En el caso de que hayas preparado el limpiador en pulverizador tendrás que aplicarlo por todo el interior del horno con generosidad y persistencia, insiste especialmente sobre las zonas más engrasadas.

Si tienes el zumo de limón en un recipiente, solo necesitas ponerlo dentro del horno sobre la base, rejilla o bandeja. La pasta se bicarbonato, por su parte, tienes que aplicarla con un trapo suave o esponja sobre las paredes del horno. Pon una capa gruesa de pasta y déjala actuar.

2. Reposo del producto

Todos los remedios caseros – y también muchos de los productos químicos específicos que puedes comprar – precisan de un reposo del producto con un calentamiento del horno para favorecer que la suciedad y grasa acumulada se reblandezca y puedas quitarla con facilidad.

En el caso del limón, deja el horno a unos 250 grados durante media hora con el recipiente del jugo dentro. Para el vinagre puede ser suficiente con unos 10 minutos y a una temperatura que ronde los 120 grados. Si has optado por la pasta, tendrás que dejarla actuar durante al menos dos horas aunque en este caso no es necesario dejar el horno puesto ni caliente.

3. Retirar el producto

Pasados los tiempos previstos y siempre dejando enfriar totalmente el horno, puedes pasar a eliminar tanto los restos de limpiador como los de grasa y suciedad que se hayan desprendido con la fórmula.

Para limpiar el interior del horno muy sucio prepara bastantes paños suaves y limpios que no dejen residuos al usarse, las bayetas de cocina son ideales, pero también puedes usar tejidos de algodón que recicles por ejemplo de tus camisetas viejas.

4. Aclarado y abrillantado

Según el grado de suciedad de tu horno, el paso anterior puede llevarte bastante tiempo y esfuerzo, pero verás cómo poco a poco y a medida que vayas retirando suciedad y residuos, el horno mejorará en aspecto.

Cuando ya hayas retirado toda la suciedad, es recomendable y necesario que hagas una nueva limpieza mucho más ligera solo con agua y/o con un poco de lavavajillas para lavado manual. Este segundo enjabonado debe ser ligero y tienes que aclarar por completo los restos con trapos o bayetas húmedas. Finalmente seca con papel de cocina o similar y verás como el horno vuelve a relucir o al menos, muestra un aspecto mucho más agradable para cocinar.

Este paso a paso con cualquiera de estos productos caseros es muy eficiente en la mayor parte de los casos, incluso puedes combinar y hacer dos limpiezas en casos de máxima suciedad. Por ejemplo, usa primero pasta de bicarbonato para las paredes y luego limón para completar con una segunda limpieza y llegar a los rincones más difíciles.